miércoles, 4 de junio de 2014

NUNCA TE OLVIDES DE DÓNDE TE SACÓ DIOS.




Es muy curioso cómo nos comportamos los seres humanos: Cuando las cosas no van bien es cuando más buscamos a Dios. Corremos con desesperación hacia Él cuando estamos sufriendo dificultades.

Pero cuando todo nos va bien nos olvidamos de Él. Cuando las cosas salen como esperábamos nuestra confianza aumenta y sentimos que estamos en control.

Nos parece que podemos despegarnos un momento de su mano y divagar por allí a ver qué hay de nuevo.

¡Nunca te olvides de dónde te rescató Dios!

El pueblo de Israel tenía ese problema: se olvidaba de dónde Dios los había sacado, por eso Dios les ordenaba:

    "Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre" Deuteronomio 8:11-14 (RV60).

Somos olvidadizos, Dios lo sabe y Él nos recuerda con Su Palabra que no olvidemos de dónde Él nos rescató.

En este día toma un momento para estar con tu Dios, búscale con todo tu corazón y revive aquel día cuando Él vino a tu encuentro.

    "Confía en Dios. Dedícate a hacer el bien, establécete en la tierra y mantente fiel a Dios. Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos; confía plenamente en él, y él actuará en tu favor; así todos verán con claridad que tú eres justo y recto". Salmos 37: 3-6 (BLS).

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