Es muy curioso cómo nos comportamos
los seres humanos: Cuando las cosas no van bien es cuando más buscamos a
Dios. Corremos con desesperación hacia Él cuando estamos sufriendo
dificultades.
Pero cuando todo nos va bien nos olvidamos de Él. Cuando las cosas salen como esperábamos nuestra confianza aumenta y sentimos que estamos en control.
Nos parece que podemos despegarnos un momento de su mano y divagar por allí a ver qué hay de nuevo.
¡Nunca te olvides de dónde te rescató Dios!
El pueblo de Israel tenía ese problema: se olvidaba de dónde Dios los había sacado, por eso Dios les ordenaba:
Somos olvidadizos, Dios lo sabe y Él nos recuerda con Su Palabra que no olvidemos de dónde Él nos rescató.
En este día toma un momento para estar con tu Dios, búscale con todo tu corazón y revive aquel día cuando Él vino a tu encuentro.
Pero cuando todo nos va bien nos olvidamos de Él. Cuando las cosas salen como esperábamos nuestra confianza aumenta y sentimos que estamos en control.
Nos parece que podemos despegarnos un momento de su mano y divagar por allí a ver qué hay de nuevo.
¡Nunca te olvides de dónde te rescató Dios!
El pueblo de Israel tenía ese problema: se olvidaba de dónde Dios los había sacado, por eso Dios les ordenaba:
- "Cuídate de no olvidarte de Jehová tu
Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos; no
suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y
tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te
multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu
corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de
Egipto, de casa de servidumbre" Deuteronomio 8:11-14 (RV60).
Somos olvidadizos, Dios lo sabe y Él nos recuerda con Su Palabra que no olvidemos de dónde Él nos rescató.
En este día toma un momento para estar con tu Dios, búscale con todo tu corazón y revive aquel día cuando Él vino a tu encuentro.
- "Confía en Dios. Dedícate a hacer el
bien, establécete en la tierra y mantente fiel a Dios. Entrégale a Dios
tu amor, y él te dará lo que más deseas. Pon tu vida en sus manos;
confía plenamente en él, y él actuará en tu favor; así todos verán con
claridad que tú eres justo y recto". Salmos 37: 3-6 (BLS).